Petro y Francia Márquez exigen liberar a Lyan: «No es mercancía, es un niño»
La angustia por el secuestro de Lyan José Hortúa Bonilla, un niño de 11 años que fue raptado el 3 de mayo en Jamundí (Valle del Cauca), mantiene en vilo a todo el país. Su madre, Angie Bonilla, compartió su testimonio entre lágrimas, suplicando ayuda al presidente Gustavo Petro y revelando su temor por la salud del menor, quien padece una condición respiratoria grave. «Es una muerte en vida», expresó, al no saber en qué condiciones se encuentra su hijo tras 18 días de cautiverio.
En Cali y otras ciudades del país, miles de ciudadanos se han movilizado en marchas exigiendo la liberación inmediata del menor. La vicepresidenta Francia Márquez y el presidente Petro rechazaron el secuestro, y este último fue contundente al señalar que quienes retienen al niño «no son sino esclavistas».
Las autoridades ofrecen hasta $500 millones por información que permita su rescate, mientras que organismos humanitarios como la Cruz Roja, la ONU y la Iglesia Católica han intervenido en gestiones de mediación.
El caso ha generado un debate profundo sobre la seguridad infantil en Colombia y la respuesta institucional ante estos delitos. La familia de Lyan continúa pidiendo compasión y acción efectiva, mientras se responsabiliza al Frente Jaime Martínez de las disidencias de las Farc por el plagio.
Aunque la iglesia afirma que el niño estaría bien, la incertidumbre mantiene en alerta a toda una nación que no deja de alzar la voz por su regreso.
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— Hora13 Noticias (@hora13noticias) May 21, 2025