Los proyectos REDD+ (Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación Forestal) han emergido como una estrategia clave para mitigar el cambio climático
También se vinculan los pueblos indígenas y comunidades rurales que habitan en ecosistemas estratégicos de Colombia y el mundo. Para el caso de los Proyectos REDD+ implementados por Masbosques y Soluciones Proambiente estos vienen desarrollándose, en la región de la Amazonía colombiana, específicamente en los departamentos de Guainía, Guaviare y Vaupés, la colaboración entre estas organizaciones ha permitido implementar siete iniciativas REDD+ que, además de evitar la deforestación, también han contribuido a mejorar las condiciones de vida de los pueblos indígenas vinculados.
Resultados Destacados
Desde 2020, se han desarrollado e implementado siete proyectos REDD+ con los que se ha logrado la protección de más de dos millones de hectáreas de bioma amazónico. Esto ha contribuido a la reducción de emisiones de dióxido de carbono, CO2, uno de los gases responsables del calentamiento global, en aproximadamente 1.5 millones de toneladas de CO2, un impacto significativo en la lucha contra el cambio climático.
Cerca de 90 pueblos indígenas en Guainía, Guaviare y Vaupés se han vinculado, voluntariamente, con estos proyectos REDD+, lo cual ha fortalecido su autonomía y gobierno propio, permitiéndoles gestionar e invertir los recursos económicos, que reciben como producto de la venta de los créditos de carbono, en proyectos productivos y colectivos, que son priorizados en sus asambleas comunitaria, así como iniciativas sociales y productivas que favorecen a las mujeres, jóvenes, infantes y adultos mayores.
Así lo explicó Yina Patricia Arenas – Coordinadora REDD+ Guanía y Guaviare: “Las comunidades de manera voluntaria manifiestan su interés de hacer parte de los proyectos. De ahí viene un proceso de concertación, no solamente con las autoridades de cada comunidad del resguardo, sino que además viene una concertación interna en cada comunidad, donde ellos manifiestan que están de acuerdo con la implementación del proyecto, luego en la ejecución de los recursos, una vez vendidos los Créditos de Carbono, también viene un proceso que es básico dentro de la implementación, que es la concertación comunitaria para la distribución presupuestal de los recursos, que corresponde a cada comunidad y resguardo. En esta concertación deben participar todos los habitantes de ese territorio, donde definen cuál es su prioridad en la inversión. Van definiendo de acuerdo con esa prioridad, van formulando unos proyectos comunitarios que se van ejecutando a medida de las necesidades de ellos y dan como resultado unos informes comunitarios donde podemos medir, esos resultados.”
Para el caso de los departamentos de Guainía, Guaviare y Vaupés la implementación de estos proyectos ha beneficiado a más de 2.674 familias de al menos 60 comunidades indígenas, fortaleciendo el trabajo de unas 22 organizaciones y asociaciones indígenas.
Entre los proyectos de inversión destacados encontramos el mejoramiento y la construcción de más de 200 viviendas, la siembra de 65.156 individuos y la identificación de las comunidades de más de 8 mil hectáreas en proceso de recuperación, la generación de más de 1.400 empleos y el fortalecimiento de los medios de transporte de estas comunidades mejorando el acceso en sus territorios.
Según testimonios de líderes comunitarios, la llegada de estos proyectos ha sido una “gran bendición. Nos han ayudado a fomentar un sentido de pertenencia y responsabilidad hacia nuestros territorios”, así lo manifestó Fabio Parra Medina, presidente de la Asociación Guardianes de la Selva: “Todo debe ser concertado con la comunidad. Gracias a Dios, nosotros somos muy unidos. Esta comunidad es muy pequeña, pero somos muy unidos. Con el capitán Moisés López, que es con el que trabajamos de la mano con él, para primero priorizamos los proyectos, sí, con todos los habitantes de la comunidad de Bachaco: con niños, jóvenes, mujeres y adultos. En la mesa ponemos todos los proyectos y ahí pues priorizamos lo que vamos a formular porque toda la comunidad de beneficia con ellos”.
La inversión comunitaria de los recursos se realiza en alguna o varias de las siguientes líneas estratégicas:
- Protección de los bosques y la conservación ambiental.
- Gobernanza forestal y autonomía indígena.
- Buen vivir y producción sostenible.
- Protección de los conocimientos ancestrales y medicina indígena.
- Mujeres y familia indígena.
Para Isabel Blandón, coordinadora de los proyectos REDD+ de Masbosques y Soluciones Proambiente es importante destacar que: “La implementación de estos proyectos se realiza destacando un enfoque integral y transversal que incluye derechos humanos, diferenciación cultural, género y un enfoque de acción sin daño”.
Finalmente, el balance de los proyectos REDD+ en Guainía, Guaviare y Vaupés es indudablemente positivo. Las comunidades indígenas no solo están contribuyendo a la lucha contra el cambio climático, sino que también están construyendo un futuro más sostenible y próspero. Sin embargo, es crucial que se mantenga el apoyo y la financiación para asegurar la continuidad de estas iniciativas.
La experiencia de estos departamentos del país puede servir como modelo para otras regiones, demostrando que la conservación y el desarrollo pueden ir de la mano, siempre que se respete y valore el conocimiento ancestral y autonomía de los pueblos indígenas.
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