Bares, licoreras y discotecas de Medellín piden que se tomen medidas para evitar que alrededor de seis mil empresas queden en la quiebra.
Los negocios nocturnos fueron los primeros en cerrar y probablemente serán los últimos en abrir. Solicitan una política pública que aliviane los gastos. Pues un arriendo de un local en zonas como el Lleras, La 33 o La 70 supera los 5 millones de pesos.
Muchos se han declarado en la quiebra pero por los contratos de arrendamiento, no pueden entregar los locales.
«Denunciamos que las agencias de arrendamientos y los arrendadores están en una posición de no negociar, porque como el decreto les posibilitó esto, lo único que les interesa es recuperar su plata a expensas de los arrendatarios» asegura Guillermo Orjuela, Vicepresidente de la Federación Comerciantes de la Noche.
Piden al Gobierno Nacional replantear el decreto 579 y que permita negociar la entrega de los inmuebles por insolvencia sin sanciones ni intereses.