Cerca de veinte mil personas en Arboletes, afectadas por la sequía, rezan para que llueva y por el momento se abastecen de agua de carrotanques.
Una situación similar se vive en vigía del fuerte donde los ríos Atrato, Arquía y Murrí han bajado su caudal y ello podría desencadenar en una escasez del líquido vital.