Armando Benedetti contó que ha atravesado por dos procesos de rehabilitación
El actual ministro del Interior, Armando Benedetti, admitió que ha sido adicto a las drogas y al alcohol, además indicó que se ha sometido a dos procesos de rehabilitación. La confesión de Benedetti se conoce una semana después de que el excanciller Álvaro Leyva entregara una carta donde indica que el presidente Gisavo Petro tiene un problema de adicción a las drogas.
En una entrevista hecha por la revista Cambio y publicada el domingo 27 de abril , Benedetti habló abiertamente sobre su adicción a las drogas y al alcohol. “A veces me da duro aceptarlo. A nadie le gusta decir que es un enfermo. Yo no quiero ser drogadicto. O sea, no quisiera ser adicto, y lo soy. Es una enfermedad”.
El ministro reconoció que llevaba 27 de sus 57 años dominado por sus adicciones. En 1995 entró a un centro de rehabilitación, que lo mantuvo alejado del consumo (recayó en 2008 o 2009).
“Cuando usted toma licor, usted abre muchas puertas: a la infidelidad, a dedicarse mucho más al trabajo, a alejarse de la familia. Y ese tipo de puertas terminan rompiendo siempre las relaciones”
En octubre del año pasado (2024) entró en su segundo proceso de rehabilitación en México, lo cual lo ha mantenido alejado de las sustancias. Asimismo, afirmó que su consumo empezó por la inestabilidad emocional que le generó la separación de sus padres.
“El consumo da una falsa seguridad. Cuando tú empiezas con un consumo diario, te lleva a otro tipo de reacciones. Al principio, la cocaína o el trago te pueden ayudar a interrelacionarte mucho mejor, a hablar mucho mejor si eres tímido. Pero, con el tiempo, terminas encerrado en tu cuarto”.
En la entrevista, aseguró que durante mucho tiempo fue un adicto funcional, es decir, seguía con su vida normal pese a su adicción, pues iba a sesiones en el Congreso, iba a reuniones y hasta hacía ejercicio.
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El ministro admitió que reconoció que le ha sido infiel a su esposa pero expresó que ha tenido un gran cambio gracias a su proceso de rehabilitación, con lo que recuperó su tranquilidad, a sus hijos y a su esposa.
«Recuperé mi familia, recuperé mi esposa. El perdón de ella, que yo creo que todavía no me ha perdonado, con toda la razón. Y la cercanía con mis hijos, los chiquitos que viven conmigo, y los otros, que siempre estaban pendientes de que yo dejara de consumir. Ellos reconocen el cambio que he tenido como papá, porque el trago te aleja de tu familia«.
Además resalta que es necesario pedir ayudar para superar las adicciones. «Cuando usted se aleja de eso, y no estoy hablando contra las personas que toman, la vida cambia, como me ha pasado en los últimos meses: mi vida ha cambiado para bien desde cualquier punto de vista. Desde cuando me acuesto hasta cuando me levanto. Mi tranquilidad y, sobre todo, lo más importante, la relación con mi esposa y con mis hijos«.
Finalmente, Benedetti afrimó que su segundo proceso de rehabiliación coincidio con un diagnótico de «precáncer en el colon», pues dice que desde entonces vive como si cada día fuera el último.
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