Con la llegada de la temporada de lluvias en varias regiones del país, los riesgos para quienes padecen asma se incrementan significativamente debido al aumento en la humedad, el moho y la concentración de alérgenos ambientales.
En Colombia, se estima que al menos 5.3 millones de personas viven con asma, y a nivel mundial, esta condición crónica impacta a más de 260 millones. Pero lo más alarmante es que anualmente cobra más de 450.000 vidas, muchas de ellas prevenibles.
El asma es una enfermedad inflamatoria crónica de las vías respiratorias que causa una obstrucción variable del flujo de aire. Sus síntomas más comunes incluyen tos persistente, sensación de opresión en el pecho, dificultad para respirar y silbidos al exhalar, también conocidos como sibilancias. Estas manifestaciones suelen empeorar por la noche o durante la actividad física, y pueden desencadenarse por múltiples factores ambientales y biológicos.
A pesar de su alta prevalencia, el asma sigue siendo subestimada, mal diagnosticada y, en muchas ocasiones, mal tratada. Sin embargo, expertos coinciden en que existen formas efectivas de controlar sus síntomas y mejorar la calidad de vida de los pacientes. Entre ellas, el fortalecimiento del sistema inmune se presenta como una estrategia esencial.
“El asma es una enfermedad de difícil manejo, pero sus síntomas pueden controlarse de manera efectiva. El sistema inmune es nuestra principal defensa frente a agentes externos que pueden desencadenar o agravar los cuadros asmáticos. Una inmunidad equilibrada contribuye a reducir la frecuencia e intensidad de las infecciones respiratorias, que en muchas ocasiones actúan como detonantes del asma” explicó la Doctora Paola Lozano, magister en medicina alternativa.
Las recomendaciones generales para reducir el riesgo de episodios asmáticos incluyen evitar el humo de cigarrillo, mantener los espacios del hogar libres de ácaros, utilizar fundas especiales para colchones y almohadas, evitar el contacto cercano con mascotas de pelaje abundante, realizar limpiezas frecuentes y profundas en todos los espacios y usar productos químicos de limpieza con precaución. También es vital evitar la exposición al moho y al polen, especialmente en temporadas de alta concentración, como la primavera.
Pero más allá de estas medidas preventivas, el llamado es a no bajar la guardia con el fortalecimiento del sistema inmunológico, sobre todo tras la pandemia por COVID-19, que dejó en evidencia la vulnerabilidad de las personas con enfermedades respiratorias. “Fortalecer las defensas naturales del organismo es hoy más que nunca una estrategia clave para cuidar la salud respiratoria y prevenir desenlaces graves”, recalca la doctora Lozano.
El abordaje del asma debe ser integral. Incluir tanto el tratamiento farmacológico prescrito por especialistas como el acompañamiento de terapias complementarias que ayuden a equilibrar el sistema inmune. En este campo, la medicina biorreguladora y las soluciones.
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— Hora13 Noticias (@hora13noticias) May 23, 2025