Hacer o recibir una videollamada puede ser una función cotidiana para muchos, pero si esa videollamada es de un ser querido a quien no podemos ver porque está aislado en una clínica por coronavirus, es una llamada única e inolvidable.
Es el único medio entre familia y paciente que permite ver cómo está el ser amado. Hoy queremos destacar el rostro de un hombre que trabaja en esa función: conectar a las familias gracias a este medio audiovisual.