Los diez alcaldes del Valle de Aburrá decidieron que este puente festivo será el último bajo el modelo 4-3. En los dos próximos fines de semana se implementará el pico y cédula. Las autoridades pidieron ser responsables para no arriesgar la reactivación económica.
En reunión entre los diez alcaldes de la surregión y el Área Metropolitana, determinaron poner fin a la estrategia del acordeón al considerar que permitió contener la curva de contagio del covid-19 y la ocupación de las camas UCI.
Los dos próximos fines de semana se regresa a la medida de pico y cédula, pero los alcaldes anunciaron controles para hacer cumplir la medida en sus localidades.
Advirtieron que la medida depende del comportamiento de la ciudadanía y el cumplimiento de los protocolos de bioseguridad “de manera que la apertura de la ciudad y la reactivación económica puedan darse de manera inteligente y controlada, y así mantener esta decisión por los próximos meses o hasta cuando el Gobierno Nacional determine el final del aislamiento preventivo inteligente”.