Una discusión de nunca acabar es la relacionada con la conveniencia o no de que la leche y los derivados lácteos hagan parte de la dieta en la edad adulta.
Algunos nutricionistas aseguran que el calcio de la leche no es bien absorbido después de los 25 años y se deberían buscar otras fuentes como frutos secos, verduras y las llamadas leches vegetales.
Otros difieren con esta versión y aseguran que no existe un suplemento ideal para la leche por su composición nutricional.